domingo, 25 de mayo de 2014

Cada uno. Control de lectura 10.



Imagen tomada de: romaba1. blogspot.com

Todos los seres vivos algún día moriremos. Y qué cuando forzamos a dejar la vida. Cuando cada una de nuestras acciones persiguen la extinción. Recientemente el Instituto de Biología de la UNAM, a través del Jardín Botánico lanzó la el programa de adopción de plantas en peligro de extinción. Según datos de la SEMARNAT, cerca de 905 especies de plantas están en peligro de extinción; 300 ejemplares tiene la UNAM a su cuidado.

El programa consiste en ofrecer al público, por medio de la Tienda tigrida del jardín, algunas de las plantas. Con ello se busca que una persona compre el vegetal y se haga responsable de éste. Posteriormente el “padre” responsable de la “adopción”, dará a conocer el estado de desarrollo de ella.

Uno de los seres que espera cuidados es la Prosthechea vitellina. Con sus pétalos naranjas palpitantes y sus centros amarillos, busca de una figura paternal que le brinde cuidados especiales. Esta especie de orquídea gusta de climas fríos, de la humedad y de espacios bien iluminados. Por otro lado el Agave salmiana, otra en espera de alojamiento,  prefiere estar bajo el rayo del sol, rodeada de suelo arenoso y el otoño es su época más esperada.

Así como cada uno de estos vegetales necesita cuidados especiales, lo mismo ocurre con los libros. Como parte del control anterior, en este abordaremos las técnicas de promoción.
La promoción se refiere a todas aquellos caminos empleados para dar a conocer un libro y generar en las personas el deseo de adquirirlo. No se puede ofrecer de sopetón los millares de libros. ¡Todos correríamos ante semejantes monstruos de letras! Por eso, hay que insistir en que cada libro tiene necesidades específicas.

No, ellos no necesitan estar bajo el rayo del sol o cuartos húmedos y tierra con piedras volcánicas; las especificaciones se refieren en tanto a la venta. Por ejemplo, un libro para niños será más llamativo si es manejable, contiene muchos dibujos y es resistente.

Una de las primeras cosas que se necesita saber es el presupuesto destinado a la publicidad. Generalmente, en el mundo de las editoriales, se destina el 10% de lo que se estima serán las ventas. Con base en dicha cantidad, el departamento encargado de la promoción  elaborará múltiples estrategias de atracción.
¿Si los libros no cuentan con pétalos de hermosos colores como las orquídeas o los tulipanes, de que se valen para su posible compra? Según Smith Datus, son seis los elementos empleados, generalmente, en la producción de libros:

1.        El forro.
¿Alguna vez has visto plantas carnívoras? Éstas tienen una especie de gotas en sus hojas (mucílago dulce) que gracias a su olor y consistencia atraen a miles de insectos. Pues el mucílago de los libros, el gancho para su venta, es el forro. En él se elabora una portada que vaya de acuerdo al contenido del trabajo. Además se adiciona con reseñas, calificaciones y críticas tanto al autor como a la obra.

2.       Ejemplares para reseña y para presentación. La técnica consiste en hacer llegar un libro a todos aquellos medios en los que se pueda presentar de manera pública y masiva el libro. Lo segundo se refiere a entregar a los líderes de opinión el material, con el fin de que estos elaboren reseñas y, con base en ellas, el lector se interese por el texto.

3.       Anuncios del editor. En biología muchas son los elementos que utilizan los seres vivos para comunicarse. En las plantas, el color es uno de ellos. Este indica si la planta es peligrosa o sus nutrientes. En los libros, quien muestra similar información es el editor. Esto lo hace a través de la elaboración de catálogos (comercial y de temporada) en los cuales se trata un poco sobre su contenido, su posible salida al mercado y demás elementos informativos.
Imagen tomada de www.eljardinero.org


            4.      Visitas del representante en ventas. Se refiere a la labor que hace uno de los encargados del área de ventas. Como ya se vio en lecturas anteriores, éstos van directamente con los lectores y fungen como intermediarios editorial-comprador.

           5.       Espacios publicitarios.


Uno de los medios de defensa de algunos frutos es su textura. Por ejemplo el chile produce una sustancia llamada capsaicina; éste es una especie de protección por parte de su sistema inmunológico, para evitar que lo devoren otras especies. Los encargados de la promoción del libro también desarrollan otras técnicas, no para que los eviten sino con el fin contrario, que son:


-Cupones. Se imprimen en medios específicos, para llegar a lectores en particular. Esta información surge de una investigación de mercado.
-Anuncios por correo. De esta manera se asegura que todos aquellos interesados en tema específicos conozcan más títulos de la misma área.
-Lista de posibles compradores. Se elabora con base en las bases de datos de las librerías. Son clientes específicos. La lista se renueva dependiendo de la actividad en compras del cliente.
-Exposiciones. Usualmente se organizan junto con los autores de los trabajos.
-Premios. Algunas casas editoriales ofrecen premios a ciertos autores. Esto, además de incentivar a los autores, los promueve.


En conclusión, no cabe más que añadir que al igual que las plantas, los libros son productos maravillosos, con particularidades  que necesitan de alguien que los “adopte”, para explotar su belleza.

Imagen tomada de yeiyeicartoon.blogspot.com


Fuente: Smith, Datus. Guía para la publicación de libros. Universidad de Guadalajara. México. 1991

El platillo final: la venta. Control de lectura 9.

Imagen tomada de aprendamosaquererloslibros.blogspot



¿Qué pasa después de que una obra maestra está terminada? ¿Qué pasa después de todo el tiempo invertido? Bien dicen que el conocimiento no es ese conjunto de saberes si no se comparte. A lo largo de todas estás travesías por el mundo de las editoriales, hemos descubierto desde las partes mayúsculas de las productoras de libros, hasta los minúsculos filetes y sangrías de los libros. En este punto arribaremos a una de las últimas tareas de la producción editorial: la venta de libros.
Ahora, imagine que va a un restaurante. Después de sentarse, ¿qué es lo primero que le muestran? Sí, un menú. ¿Sabía que un menú está compuesto por un diseño? Es decir, ese pedazo de papel frente a usted contiene un proceso de producción detrás.
Por ejemplo, de acuerdo con Uniliver, una de las empresas multinacionales más reconocidas, un menú debe “disfrazar los precios”. Es decir, éstos deben estar acomodados de tal manera que no se visualice alineado el importe; lo anterior dificulta la comparación de precios y principalmente que se adquieran los platillos más baratos.
Otra de las recomendaciones es que los dueños  de las franquicias elijan el diseño de doble carta. De igual manera, el diseño conlleva a que los precios altos con los bajos se mezclen y no haya una preferencia por uno u otro.
¿Y qué tiene que ver el diseño de menús con una editorial? Bueno, piense en la tarea principal de la carta. ¿Acaso no es promover sus platillos? ¿Acercarlos al público, comunicarle a la cocina lo qué sus usuarios piden? ¡Pues función similar desempeña el departamento de ventas en las organizaciones editoriales!
El área de ventas es aquel que se encarga tanto de captar ingresos como de ampliar la distribución de los libros. Como puede notarse, dichos papales cumplen una doble función: una labor social (acercar esos saberes a las personas) y obtener ganancias para la manutención de la editorial. Es decir, esta sección sirve tanto al público como a la editorial.
Pasemos al segundo punto de importancia. ¿Cómo hacer llegar los libros a miles de personas (si no a miles a unas cuantas)? Es fácil presentar la carta a los comensales; ellos llegan al restauran por recomendaciones, gracias a la publicidad, por curiosidad. ¿Qué maneras hay de vender un producto (un platillo o un libro)? ¿Cómo se vende un libro?
Centrándonos en nuestro objeto de estudio, el proceso de venta se da en tres sencillos (parecen pero no lo son) pasos:
1.        La promoción. Como en las cocinas, el reto es dar a conocer nuestro producto. El pollo crujiente, la salsa secreta o el libro recién escrito del premio Nobel.
2.       Después de divulgar el trabajo y contar con compradores factibles, hay que esperar los pedidos  (o convencerlos de los encargos).
3.       Finalmente se pasa a la preparación y la entrega (¿ahora se entiende la comparación con los menús de los restaurantes?).
Según Smith Datus, autor de Guía para la publicación de libros, existen cinco formas principales de lograr que dicho proceso de venta se cumpla:
1.        A través de clientes individuales. Ya sea que a éstos se les envié correos informando de las nuevas publicaciones, o a través de un club de libros, o por medio de suscripciones.
2.       A las grandes instituciones, es decir, a bibliotecas públicas, escuelas, institutos, etc.
3.       Con un vendedor al menudeo. Ellos suelen comprar los materiales uno por uno y de diferentes títulos.
4.      A mayoristas.
5.       O por medio de la exportación. (En esta forma de vender los libros deberá de tomarse en cuenta las diferencias idiomáticas, los obstáculos políticos, la posible censura del material o los factores económicos que puedan intervenir.)

Imagen tomada de icarito.cl

¿Así de fácil? Lamentablemente no. ¿Quién no quisiera pedir la mejor carne con una rebanada del pastel de chocolate más rico del lugar? Sin embargo, hay que tomar en cuenta otros factores que intervienen en el desarrollo de la venta.

Uno de ellos el costo de producción. Si el costo final de hacer un libro es muy elevado, no se puede esperar que  el precio de los textos sea inferior. Por lo tanto los materiales empleados (el tipo de papel, la tinta,  el tamaño, las hojas, etc) influyen en el precio final del trabajo. Ante este conflicto, se puede estimar un precio por hoja y a partir de éste, determinar el costo.

Otro punto importante es el “punto de recuperación”. Es decir, cuál es la demanda del texto. Mientras  más sean las ventas y menos el tiempo en que se realizan, el precio puede disminuir. Caso contrario si el producto tarda mucho tiempo en salir de los estantes.

También se debe considerar el descuento. Cuando los mayoristas adquieren no un libro sino muchos, es razonable que exijan un importe inferior. Dependiendo de dicha cantidad, los comerciantes pueden ofrecer el texto en un monto menor. Esto se establece a partir de la relación entre lo que pagan a la editorial y lo que posiblemente cobrarán.

Retomando el punto de los consumidores al por mayor,  los elementos que intervienen en que se realicen transacciones efectivas, tienen que ver con: el crédito que se les haga; el pacto por devoluciones que establezcan  (cuántos y en qué tiempo);  la promoción que realice la editorial; el servicio (rapidez, detalles de entrega); y la calendarización ( que la editorial cumpla con fechas establecidas).

Finalmente, está demás decir que la labor del departamento de ventas es un trabajo conjunto  con las otras áreas. La sección editorial (al brindar las ideas de los materiales que piden los lectores); la parte de diseño y manufactura; el de promoción; y el sector de contabilidad.


Es importante recordar que, al igual que en un restaurante, el éxito no depende sólo de la habilidad en la cocina del chef.  Intervienen el mesero, el diseñador menú, del logotipo de éste, de la disposición del lugar, el servicio, etc… ¡Provecho! 


imagen tomada de letragrande.com


Referencias:
-Smith, Datus. Guía para la publicación de libros. Universidad de Guadalajara. México. 1991
-Composición de un menú. S/f. Disponible en: http://www.unileverfs.com.ar/nuestros-servicios/tu-menu/composicion. [última consulta: 26 de mayo 2014].

sábado, 10 de mayo de 2014

Palomas anónimas. Control de lectura 8.

Imagen tomada de: www.fotocommunity.es

Cuando lo que antes nos causó asombró se vuelve fastidio; cuando dejamos de cantar a gritos y preferimos las reservas; cuando el azúcar nos empalaga; cuando los sueños gozosos causan dolor, dejamos de ver los detalles. Esos que antes amamos. Que lo hicieron especial.
       
Ella dejó de ver las palomas. Después de recorrer todos los días las mismas estaciones del metro, sólo veía gente. Ruido; empujones; ruido; sueño; ruido; bamboleos del metro. ¡Apuesto a que tú también has dejado de ver  las palomas! Sí, esas que viven en el metro,  en las estaciones al aire. Mira, fíjate bien. En cada esquina de los esqueletos de acero del metro, están sus nidos.

Todos los días, con el alba, salen a buscar alimento para sus crías. No hay una cifra exacta de su desarrollo en la Ciudad, pero son varias las páginas y las notas en portales de noticias, que afirman que son una plaga y un peligro para la urbanidad.

En Las palomas, dañinas  para los monumentos y la salud pública,  nota de La Jornada escrita en 2004, les achacan dos males: estropear estructuras y órganos. Dicen que con sus excremento
“ensucian las fachadas y anulan cualquier tipo de limpieza que se realice sobre los monumentos, dificultando su adecuada conservación”.  

Y con respecto a los problemas de salud, “entre las enfermedades transmitidas a las personas por las palomas está la fiebre del Nilo, cuya sintomatología va desde una fiebre hasta una encefalitis. Otra enfermedad es la clamidiosis aviar; el hombre contrae la infección de las palomas por las vías respiratorias”.

¿También dejaste de ver a las palomas?

Imagen tomada de: www.zaragozaciudad.net

Sin duda, hay muchas cosas que no sólo dejamos de observar, sino de sentir. Y una de ellas, es el libro. En esos textos, hay muchísimas palomas; detalles que ignoramos (por gusto o no), pero que están ahí.

Antes de mirar con lupa esos rasgos, hay que tener en cuenta algunas especificaciones:
-          Se llama caja, caja de composición o mancha, al espacio que ocupa la una página tipográfica sin los márgenes; es decir, la parte impresa que vemos en una hoja, ese conjunto de oraciones que de lejos parece un cuadrado de letras.   
-          Como todo en la ciencia, mancha también se mide en una unidad específica: en pícas o cíceros.
-          El texto de caja,  debe ocupar entre 75% y 85% del ancho de la página.

Y ahora sí, ¡observemos aves!

- Una cornisa es esa oración que se suele repetir  en la parte superior de una página. Puede ser el título de la obra, el nombre del autor, la denominación de un capítulo o de un apartado.
-El folio es el número progresivo que lleva cada página del libro. Pueden colocarse arriba o debajo de la mancha. Si contemplas un poco más, te podrás dar cuenta que algunas veces las introducciones y los prólogos, están foliados en números romanos, diferentes al resto de las páginas. Esto es porque ese texto se entrega aparte, generalmente,  cuando la obra está más o menos avanzada. También se hace para  distinguirlos dentro de la obra. ¡Y mira!  Los folios  se hacen  dos puntos menos, en cuanto al ancho y alto, que el resto de las letras de la obra.
- Existen cuatro márgenes en una página: 1) el superior o de cabeza; 2) el inferior, de pie o falda; 3) el exterior o de corte; 4) el interior, de lomo o medianil. Los márgenes de corte y lomo también reciben el nombre de costados. Los márgenes no se determinan a capricho, sino obedeciendo normas que combinan la estética con la funcionalidad.
       La primera regla es que el margen de corte debe  ser el doble que el margen de medianil; y el margen de pie, también  es el doble que el de la cabeza.
       La segunda regla es que margen interior debe aumentarse si el libro es voluminoso, pues al abrirlo se forma una curva que ocultará lo impreso en el centro.
-Se le llama colgado o descolgado al blanco (espacio en blanco)  que suele dejarse en los principios de los capítulos y divisiones mayores. Es importante tener en cuenta los colgados porque parte de la calidad estética de un libro se consigue con una combinación adecuada de manchas y blancos.
-La sangría es el blanco con que empieza la primera línea de algunos párrafos.
- Una prosa o set, es el espacio que existe entre las palabras. Debe ser regular, pues resulta antiestético que sea excesivo. Nota que los espacios suelen ser de un cuadratín; el cuadratín equivale a 1.5 puntos en texto.
- Toma tu libro y advierte que existen tres clases de párrafos: normal, francés y moderno. El normal es aquella que usamos en la escritura común y consiste en un bloque de líneas, de las cuales, la primera sangra (o se le pone sangría). En el estilo francés , se sangran todas las líneas menos la primeras; se usa, por lo general, en bibliografía, índices especiales, glosarios, enumeraciones y  cuadros. El moderno, que se presta para citas, epígrafes, sumarios y textos similares,  es el párrafo sin sangría. También se le conoce como americano.
- Una interlínea, es ese  que se coloca entre dos líneas para separarlas.  Su función es abrir la escritura, por lo que aumenta la proporción de blanco con respecto al negro de la tinta. También se le conoce como luz.
-Si tienes hambre recuerda a los filetes  que son rayas de grosores y dibujos varios.
Imagen tomada de: www.blowupbyn.com
-Recuerda que los bigotes son filetes delgados hacia los extremos y más gruesos en el centro. Se usan para separar el texto del título
-Y el último detalle son las orlas. Aquellos adornos que sirven para enmarcar  u ornamentar algunos trabajos.
Como puedes ver, existen elementos maravillosos que dejamos de sentir. ¡Vívelos! Que el ruido no te deje sordo. Que el polvo no nuble tus ojos. Que la peste no obstruya el olfato. Que las palomas no dejen de vivir.




Fuente:
- Zavala Ruíz, Roberto. El libro y sus orillas. México. UNAM. 1995
Referencia.

- Arquitecto Víctor Hugo Ruiz. “Las palomas, dañinas para los monumentos y la salud pública”. La jornada. [En línea]. Disponible en: http://www.jornada.unam.mx/2004/03/01/eco-j.html. Fecha de consulta: 10 de mayo 2014.  

miércoles, 23 de abril de 2014

Un libro en cueros. Control de lectura 7

imagen tomada de www.palabrosa.com


En 1981, Erving Goffman describió la interacción social como una representación teatral. Cuando nos presentamos ante otros, mostramos “máscaras”. Como si estuviéramos ante reflectores y un público siguiera cada acto y sólo detrás de escena nos mostramos a nosotros mismos.  
     Frente a esta elaboración  el uso de ropa forma parte esencial.  Según el zoólogo Desmond Morris, el hombre es un “mono desnudo”, porque a diferencia de los otros animales de la naturaleza, el ser humano nace desnudo al mundo, sin más protección que unos cuantos milímetros de tejido epitelial. ¿Qué hacer cuando los otros tiene pelaje, plumas, espinas como medio de protección? Frente a este desamparo, el homo sapiens se cubrió con ropa y con el tiempo adquirió un significado más allá para el que fue designado.
     En los libros ocurrió lo mismo. Recubrimos los libros para protegerlos, para salvaguardarlos del polvo y demás factores externos. Pero a diferencia de la ropa que usamos, el ropaje del libro forma parte de él, de lo que le libro es. Claro que el uso posterior de materiales más elaborados, como cartón, diferentes cartulinas e incluso texturas, es un reflejo de las posteriores  atribuciones al que resguarda el conocimiento.
    Para conocer mejor a esa deidad del saber, que es el libro, hay que conocerlo “fuera de escena”. Hay que quitarle la ropa y observar cada una de las curvas (en su caso, rectas) que lo hacen ser. Olerlo hasta el pegamentos de su terno. Sentir la delicada capa pasta del couché y la finura del pergamino vegetal. Deshacerlo todito, disfrutar cada una de sus partes y luego leerlo.
¡Desnudemos el libro!

Los órganos del libro

1.      Cubierta o primera de forros
En ella se indican el nombre del autor, título  y subtítulo de la obra, número de volumen o tomo y nombre de la editorial.





2.      Segunda de forros o reiteración de la portada.
En la mayoría de los casos va en blanco, pero las editoriales suelen ocupar el espacio para anunciar otras obras del autor, títulos de la colección, etc.



3.      Páginas falsas, e respeto o de cortesía
Son la las páginas 1 y 2, suelen ir en blanco.



4.      Falsa portada, anteportada o portadilla.
Es la página tres. En él se incluyen sólo el título del libro y se registra si pertenece a una colección o serie.


5.      Contrapórtada frente-portadilla
Es la página 4. Por lo general va en blanco o suele contener el nombre del traductor o ilustrados (sí los hay).
6.      Portada
Comprende el nombre del autor, título completo de la obra, nombre de la editorial. En ocasiones también se incorpora el nombre de traductor, prologuista, introductor, etc.



7.      Página legal.
Es la página en donde se imprimen todos los datos que por ley debe llevar un libro: propietario de los derechos de autor, fecha de publicación, nombre y domicilio de la editorial, los números ISBN de la obra y, en su caso, la leyenda “Impreso en México”.



8.      Dedicatoria o epígrafe.
Es una breve dedicatoria del autor. Usualmente va en la página 7 antes de que comience el texto del libro.
9.      Índice general, de contenido o tabla de materias.
En este apartado se colocan las partes y secciones que componen el libro. En México se acostumbra a ponerlo al final, pero es preferible que vaya al principio. Esto facilita el contenido a los lectores.



1-.  Texto
Es la composición como tal del libro, su cuerpo. Se constituye no sólo de texto (que varía en su tipografía) ilustraciones, imágenes, tablas, etc. Es regla general que el texto siempre tiene que empezar en página impar.  En el caso en que se divida en capítulos o secciones, se dejará un espacio en blanco a manera de seguir la regla.


11.  Apéndice o anexos.
12.  Cuadros y material gráfico extra
13.  Notas
Cuando las notas no se incluyen al pie de página, se desarrollan en un apartado diferente.


14.  Bibliografía
15.  Vocabulario o glosario
16.  Índices analíticos
17.  Índices de láminas


18.  Índice general
19.  Colofón
Es la sección en la que se imprimen el nombre y director del impresor, fecha en que terminó de imprimirse la obra y el número de ejemplares de un tiraje.

20.  Tercera de forros o reiteración de contraportada
Al igual que la segunda de forros, puede ir en blanco, pero las editoriales suelen ocupar este espacio con fines publicitarios.

21.  Cuarta de forros o contraportada.
Es la parte posterior del libro. Se suele colocar una breve presentación del libro, una nota sobre el currículum del autor  o críticas que ha recibido la obra. Todo esto porque es uno de los apartados a los que primero tiene acceso el lector, por lo tanto, su fin es alcanzar la compra.


Algunas otras secciones pueden serla sección de “fe de erratas”. En algunos libros no se imprime al mismo tiempo que el resto de la obra, por lo que se inserta una hoja aparte en el libro.


El ropaje del libro

Nosotros usamos faldas, pantalones, blusas, etc. Un libro siempre presenta divisiones. Éstas suelen ser: secciones, partes, tomos o libros.
Pero estas segmentaciones no sólo son en macro. Si continuamos con la comparación del vestido humano, en los textos, otras elementos que fungen como divisiones serían el equivalente a los accesorios. Y son:
1.      Letras
Éstas cambian de acuerdo a la función que desempeñen; como títulos, subtítulos, encabezados, notas al pie, aclaraciones, el cuerpo del libro, etc.
Por lo general la tipografía siempre se elige de acuerdo a una “personalidad” de la editorial. Se unifica y se establecen los criterios tipográficos para cada función.
La disposición de las oraciones también afecta, ya que aquellas que se encuentren centradas tienen mayor jerarquía.
2.      La numeración
Por obvias razones, los números tiene  la función de delimitación en un texto. Ya sea en tanto a las páginas (anuncian que allí terminó una página), los capítulos o los temas.
3.      Los espacios en blanco.
Un “colgado”, es la separación que se deja entre la mancha del cuerpo del texto y el encabezamiento. Mientras más ancho, significa que hay un cambio de tema, por ejemplo.





El tamaño sí importa

Para un mejor control y distribución, la ropa se divide en tallas. Puede ser una clasificación simple, como “chica”, “mediana” y “grande”. O más elaborada, en la que, por ejemplo, utilizamos números: talla cero, doble cero, cinco, siete, nueve, etc.
En los salvadores del conocimiento impreso, también se utilizan diferentes medidas. Hasta hoy no se han podido establecer parámetros acerca de los tamaños, a pesar de que son iniciativas que ya se propusieron en España.
El tamaño del libro es proporcional a las medidas del papel. Este material, en las grandes impresoras, no se distribuye como nosotros lo conocemos en hojas tamaño carta. Si no que son pliegos de papel en el que se imprime y posteriormente se dobla y corta de determinada manera. Se repite el procedimiento con cada pliego impreso, se unen y se pegan para conformar el libro. Por tal motivo, dependiendo del tamaño de los pliegos de papel, será en tamaño del libro.
Los tamaños con los que se trabaja actualmente son:


Por fuera un libro se divide en:
-Corte: la superficie que presentan al exterior las hojas
-Lomo: en donde se pegan o cosen los pliegos que conforman el libro
-Tapas: Son las hojas o el cartón que recubren el libro.




De libros me como un taco (Lenguaje de editores)

o   Hoja. Es la unidad de papel en blanco. Está compuesta de dos caras; un anverso y un reverso.
o   Página. Es cada una de las caras de una hoja
o   Pliego. Es una hoja grande de papel, en cualquier modalidad (extendida, doblada, impresa, en blanco, etc.)
o   Plieguecito.  Es un pliego cuando se dobla por la mitad.
o   Cuartilla. Es una cuarta parte de un pliego
o   Octavilla. Es la octava parte de un pliego.
o   Terno. Conjunto de tres pliegos impresos e insertos uno dentro de otros
o   Cuaderno. Cuatro pliegos metidos uno dentro de los otros.
o   Cuadernillo. Son cinco pliegos de papel.
o   Mano.  Son cinco cuadernillos
o   Resma. Son 500 hojas
o   Resmilla. Son 20 cuadernillos
o   Bulto. 1000 hojas
o   Atado. 1500 hojas
o   Fardo. Son 2,500 hojas
o   Libro. Es todo aquel impreso, que no es un periódico, reúne 49 páginas.
o   Folleto. Publicación d menos de 49 páginas.
o   Hoja suelta. Apenas llega 5 páginas impresas.

Después de este desnudo al libro, no cabe duda que ahora conocemos partes que antes habíamos visto pero no sentido, olido o imaginado. No queda más que leer, leer y seguir leyendo
“Somos lo que vestimos. Nacemos desnudos pero morimos vestidos.  La ropa es lo único que pretendemos llevarnos al otro mundo”. Homenedes


 Fuentes
-Zavala Ruíz, Roberto. El libro y sus orillas. México. UNAM. 1995
(Libros fotografiados) 
-Krickeberg, Walter. Mitos  yleyendas de los aztecas, incas, mayas y muiscas. FCE. México. 2012
- Fuentes. Carlos. La región más transparente. Alfaguara. México. 2008