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Querida hermana:
Eres la persona con la que he compartido 21 años de vida y lustros de fantasías memorables. Hace algunos años no podría haberte escrito esto. Nuestros lazos malheridos nos impedían vernos y platicar con tanto fervor como ahora. Y hoy, no imaginas la felicidad que me produce verte los viernes.
Sabes, me quedé pensando en tu confidencia. Así como las hormigas no estiman la magnitud de su trabajo milimétrico, sospechas que tu talento en las artes es estéril. Con lágrimas en los ojos, me dijiste que era imposible concursar en el teatro maléfico que han montado todos menos tú. ¿Cómo valorar tus finos trazos con el carbón, cuando nuestra otra compañera delinea toscos bocetos con un bisturí?
Los artistas se mueren de hambre, viven como vagabundos y pierden el tiempo, dicen todos. Te pido que no los escuches. Que al igual que tus compinches artesanos, mires tu virtud con los materiales. Respetes cada figura que con la lija tallas. Ames tus líneas en los cuadernos sketch. Aprecies tu paciencia para crear artículos hermosos de un poco de periódico, pegamento y miles de dobleces. Y, sobre todo, que no dejes tu sueño de ser diseñadora gráfica.
Te aseguro que no te mueres de hambre, ni que vivirás como vagabundo. Son tantas las opciones en las que puedes desarrollarte que estoy segura que con ese amor con que haces las cosas, encuentras un buen cometido social.
Justo en clase, leí un poco sobre el inimaginable mundo del diseñador gráfico en las editoriales y pensé en ti. Es un ejemplo para que notes cuan valiosa es tu profesión; mira que en las "fábricas de libros" fungen uno de los roles más importantes. De nada sirve un libro que guarde todos los secretos del mundo, sino seduce a sus prospectos lectores. ¿Y cómo se logra? ¡La forma también importa!
En primer lugar, el diseñador tiene el cometido de homogeneizar tipografía, forros, materiales, el tipo de impresión, el papel y las ilustraciones con el contenido del texto. Por supuesto no es una tarea fácil y mucho menos una labor que cualquier pueda realizar. Se conjuga con las labores de ventas, del editor, del corrector, del impresor , pero sobre todo, se trata de hacer de un libro arte.
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Para la elección de la tipografía se considera el tipo de impresión en que se plasmarán las letras; no es lo mismo imprimir caracteres mecánicos, o en máquinas de escribir o por técnicas fotográficas. Además se toma en cuenta el tema del libro; así se designa un alfabeto grande y redondo para libros de niños y más pequeños para las ediciones de bolsillos.
En cuanto a los forros y las portadas, son las partes de mayor interés. El artesano de libros despliega su imaginación en dichas secciones. Puede emplear dibujos, fotografías, letras creadas por ellos mismos, texturas, técnicas publicitarias, etc. ¡Imagínate la gran responsabilidad de concretar esos personajes de los que hablan las historias de los manuscritos!
Los materiales de impresión son una forma más de mostrar las habilidades del diseñador. Desafortunadamente en países como el nuestro, en el que la lectura es escasa y las librerías se extinguen, hay una limitante de éstos. Entonces, los "estilizadores de libros" , además de tomar en cuenta el precio y la viabilidad del material, deben vigilar su disponibilidad en la región.
Lo mismo ocurre con el papel. Debido a que es la materia prima del libro, es fundamental su elección. Puede ser un papel de excelente calidad, pero si el diseñador se equivoca y lo elige para un libro dirigido a niños, será en vano su costo de producción; no por el público sino por las tendencias de mutilación de textos en los pequeños.
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Las imágenes, dibujos y fotografías son otros de los problemas que resuelve un diseñador. Estas, además de cambiar de acuerdo a la temática del texto, se adaptan a los tamaños que seleccionan los creadores de la forma. Grandes, medianos, chicos, de bolsillos, de mochilas, de bosas... ¡Muchas opciones de tamaño!
Hermana, espero no haberte aburrido con esta reseña, sólo quiero que te des cuenta de tu habilidad. No necesitas ser médico o físico o periodista, sólo se tú. Sigue el camino mayúsculo del diseño; eres una artista, una persona capaz de captar el mundo a su manera en un boceto.
Con mucho cariño y con ansias del próximo fin de semana.
Fuente
-Smith, Datus. Guía para la publicación de libros. Universidad de Guadalajara. México. 1991
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