martes, 11 de febrero de 2014

De cifras y Monsiváis. Control de lectura 1.



foto tomada de: www.videosydiversion.com


Ya lo nos los dice Julieta Vengas; ya Jorge Garralda; ya Laura Restrepo y hasta los Power Rangers.  “La lectura mejora la calidad de vida, eleva la productividad y forja competencias ciudadanas que contribuyen al desarrollo y crecimiento”.
     Después de varias campañas pro lectura (como la que fomentan los personajes ya mencionados)   “no nos queda duda” de que la actividad lectora es un factor insoslayable para el desarrollo del ser humano y de su nación en conjunto. Sin embargo, ¿la lectura es tan importante  para México?
       De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Lectura, que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, aplicaron en 2006,  el 19% de la población mexicana, mayor de doce años, se considera un  “´lector esporádico”.
    Este grupo es el mayoritario. Le sigue el 13. 7% que “lee publicaciones diversas”;  el 11.4% que se considera “poco lector”; el 11.2% que corresponde a la población estudiantil; el 10.1% que “sólo lee periódicos”;  el 8.3% que lee “libros para la escuela”; el 6.8% que es asiduo de “revistas”; y el 4.7% que “lee literatura”.
   Los resultados de la encuestas concluyen que a pesar del  92% de la población sabe leer y escribir., se han elevado los niveles de escolaridad y se han  ampliado  las redes bibliotecarias (en diciembre del 2006, se contaban con  7mil 210), la población mexicana no lee
     ¿Por qué? Fue una de las preguntas que se planteó el Premio Nacional de Periodismo 2009, Carlos Monsiváis, en el Sexto Congreso Nacional de Lectura, 2004. El escritor, tan reconocido por sus críticas, no paso por alto la oportunidad de examinar las interrogantes que  ya se habían formulado.
    
¿Qué están leyendo los mexicanos y por qué?
Para responder, el cronista introdujo un elemento mundial: la globalización. Con esta arista olvidada, afirmó que crecientes tendencias de globalidad no sólo afectan al ámbito económico y político, también la cultura y dentro de ésta, las empresas encargadas de la publicación y divulgación de libros.
     Así, la primacía de los contenidos de las naciones potencia  (piense en Estados Unidos), son los determinantes en cuanto a las decisiones editoriales se refieren. ¿Qué participación cultural aporta la nación de las estrellas? Según Carlos Monsiváis, best sellers  y literatura de auto ayuda o de superación personal.
     Para corroborar los datos anteriores, remitámonos a las pruebas. En diciembre del año 2013 Gandhi, una de las librerías más destacadas de México, publicó una lista con los veinticinco libros más vendidos durante ese año. El primer lugar lo ocupó Los 11 poderes del líder, de Jorge Valdano. El segundo puesto fue de  Doctor sueño, de Stephen King. Y el tercer sitio de   Disciplina con amor: Cómo ponerse límites sin ahogarse en la culpa, de Rosa Barocio.
¿Globalización editorial?

 Por qué no leer.
El autor resalta que en comparación con el pasado, las personas leen más. (¿Qué no la lectura es  la base del internet?) Sin embargo, dice, el problema está en que el significado de la acción cambió: “la lectura dista de ocupar el sitio  real y mitológico de otro tiempo, donde las resonancias de los libros eran inmensas, así sólo la minoría leyera  de modo regular”.
     ¿Qué significa esto? Que hay una falta de “resonancia” en la lectura.  Monsiváis dice que la “vocación lectora”, se sustituye por la memorización de los contenidos, por la obligación de leer y la ilusión de superioridad que genera. ¿Trascendencia? Sí, implica  que los lectores se apropien de los  contenidos en los impresos y éstos a su vez les aporten algo, lo que sea.  Ya  lo dijo en conferencia: “si uno al leer no es otro y no es otros, no es nadie”.

     Sin embargo, otro punto que toma en consideración el crítico mexicano, es que en la concurrencia de lectura inciden agentes como la situación económica,  el contexto de la falta de hábitos de lectura en las familias mexicanas y, sobre todo,  las decisiones de gobierno. Bajo lo anterior,  reprocha las políticas gubernamentales. ¿Cómo promueven la lectura si los mismos gobernantes no leen? “¿Qué han leído los gobernantes? Casi nada”

¿Qué se concluye de todo esto?
La lectura es trascendental en el progreso del pensamiento humano. Sin embargo, la globalización, los hábitos de consumo de libros y la visión que se tiene de la lectura, dificultan la acción de leer. La lectura debe dejar su carácter “humanizador” y tornarse “una vocación”.
…”La lectura sigue siendo un acto profundamente personal.  Y al estado y a la sociedad les corresponde  crear las condiciones para que quién lo desee tenga su alcance las facilidades  o las oportunidades  para ejercer como lector,  rango nada menospreciables de  los placeres de la subjetividad. ¿Una conclusión? Tiré mi corazón al azar y me lo ganó la lectura”…..










Referencias:
-Monsivaís, Carlos. Elogio (innecesario) de los libros.
- Encuesta Nacional de Lectura. CONACULTA. [En línea] Disponible en: http://sic.conaculta.gob.mx/publicaciones_sic.php. Último acceso: 9 de febrero 2014

-25 libros del 2013, más venidos en México, según Gandhi.  Aristegui Noticias. [En línea] Disponible en: http://aristeguinoticias.com/2312/kiosko/25-libros-de-2013-mas-vendidos-en-mexico-segun-gandhi/. Último acceso: 9 de febrero 2014.

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