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Todos los seres vivos algún
día moriremos. Y qué cuando forzamos a dejar la vida. Cuando cada una de
nuestras acciones persiguen la extinción. Recientemente el Instituto de
Biología de la UNAM, a través del Jardín Botánico lanzó la el programa de
adopción de plantas en peligro de extinción. Según datos de la SEMARNAT, cerca
de 905 especies de plantas están en peligro de extinción; 300 ejemplares tiene
la UNAM a su cuidado.
El programa consiste en
ofrecer al público, por medio de la Tienda
tigrida del jardín, algunas de las plantas. Con ello se busca que una
persona compre el vegetal y se haga responsable de éste. Posteriormente el “padre”
responsable de la “adopción”, dará a conocer el estado de desarrollo de ella.
Uno de los seres que
espera cuidados es la Prosthechea
vitellina. Con sus pétalos naranjas palpitantes y sus centros amarillos,
busca de una figura paternal que le brinde cuidados especiales. Esta especie de
orquídea gusta de climas fríos, de la humedad y de espacios bien iluminados.
Por otro lado el Agave salmiana, otra
en espera de alojamiento, prefiere estar
bajo el rayo del sol, rodeada de suelo arenoso y el otoño es su época más
esperada.
Así como cada uno de
estos vegetales necesita cuidados especiales, lo mismo ocurre con los libros.
Como parte del control anterior, en este abordaremos las técnicas de promoción.
La promoción se refiere
a todas aquellos caminos empleados para dar a conocer un libro y generar en las
personas el deseo de adquirirlo. No se puede ofrecer de sopetón los millares de
libros. ¡Todos correríamos ante semejantes monstruos de letras! Por eso, hay
que insistir en que cada libro tiene necesidades específicas.
No, ellos no necesitan
estar bajo el rayo del sol o cuartos húmedos y tierra con piedras volcánicas;
las especificaciones se refieren en tanto a la venta. Por ejemplo, un libro
para niños será más llamativo si es manejable, contiene muchos dibujos y es
resistente.
Una de las primeras
cosas que se necesita saber es el presupuesto destinado a la publicidad.
Generalmente, en el mundo de las editoriales, se destina el 10% de lo que se
estima serán las ventas. Con base en dicha cantidad, el departamento encargado
de la promoción elaborará múltiples
estrategias de atracción.
¿Si los libros no cuentan
con pétalos de hermosos colores como las orquídeas o los tulipanes, de que se
valen para su posible compra? Según Smith Datus, son seis los elementos
empleados, generalmente, en la producción de libros:
1.
El forro.
¿Alguna
vez has visto plantas carnívoras? Éstas tienen una especie de gotas en sus
hojas (mucílago dulce) que gracias a su olor y consistencia atraen a miles de
insectos. Pues el mucílago de los libros, el gancho para su venta, es el forro.
En él se elabora una portada que vaya de acuerdo al contenido del trabajo.
Además se adiciona con reseñas, calificaciones y críticas tanto al autor como a
la obra.
2.
Ejemplares para reseña y para
presentación. La técnica consiste en hacer llegar un libro a todos aquellos
medios en los que se pueda presentar de manera pública y masiva el libro. Lo
segundo se refiere a entregar a los líderes de opinión el material, con el fin
de que estos elaboren reseñas y, con base en ellas, el lector se interese por
el texto.
3.
Anuncios del editor. En biología muchas
son los elementos que utilizan los seres vivos para comunicarse. En las
plantas, el color es uno de ellos. Este indica si la planta es peligrosa o sus
nutrientes. En los libros, quien muestra similar información es el editor. Esto
lo hace a través de la elaboración de catálogos (comercial y de temporada) en
los cuales se trata un poco sobre su contenido, su posible salida al mercado y
demás elementos informativos.
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4.
Visitas del representante en ventas. Se
refiere a la labor que hace uno de los encargados del área de ventas. Como ya
se vio en lecturas anteriores, éstos van directamente con los lectores y fungen
como intermediarios editorial-comprador.
5.
Espacios publicitarios.
Uno de los medios de
defensa de algunos frutos es su textura. Por ejemplo el chile produce una
sustancia llamada capsaicina; éste es
una especie de protección por parte de su sistema inmunológico, para evitar que
lo devoren otras especies. Los encargados de la promoción del libro también
desarrollan otras técnicas, no para que los eviten sino con el fin contrario,
que son:
-Cupones.
Se imprimen en medios específicos, para llegar a lectores en particular. Esta
información surge de una investigación de mercado.
-Anuncios
por correo. De esta manera se asegura que todos aquellos interesados en tema
específicos conozcan más títulos de la misma área.
-Lista
de posibles compradores. Se elabora con base en las bases de datos de las
librerías. Son clientes específicos. La lista se renueva dependiendo de la
actividad en compras del cliente.
-Exposiciones.
Usualmente se organizan junto con los autores de los trabajos.
-Premios.
Algunas casas editoriales ofrecen premios a ciertos autores. Esto, además de
incentivar a los autores, los promueve.
En
conclusión, no cabe más que añadir que al igual que las plantas, los libros son
productos maravillosos, con particularidades
que necesitan de alguien que los “adopte”, para explotar su belleza.
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Fuente: Smith,
Datus. Guía para la publicación de libros. Universidad de Guadalajara. México.
1991